Se trata de una zona amplia y abierta que conecta la sierra con la cuenca sedimentaria.
[3] Las canteras de la zona suelen encontrarse inundadas en los meses más lluviosos.
Muchos pueblos serranos cambiaron su fisonomía por esta demanda de casas para veranear:[5]
Las herbáceas están representadas en Alpedrete por cerca de 40 especies destacables como gamón, digital, bercea, ranúnculos, gladiolos, cardillo, viborera y gordolobo.
[9] Entre las aves de Alpedrete destaca una población muy importante de rapaces, sobre todo en el cerro llamado Cabeza Mediana, ya que se ha citado la presencia de las siguientes especies: buitre leonado, buitre negro, águila imperial, águila real, culebrera europea, águila calzada, milano real, milano negro, ratonero común, abejero europeo, azor, gavilán, cernícalo vulgar, búho real, cárabo, mochuelo, autillo y chotacabras cuellirojo.
[13] La ganadería de vacuno se realiza en régimen extensivo, pastando las vacas madres en el campo con sus terneros.
[13] Los primeros asentamientos en tierras de Alpedrete tuvieron lugar hace, aproximadamente, cuatro mil años.
Así lo atestiguan los restos megalíticos encontrados en el municipio, pues en 1934 se descubrió un dolmen de estilo corredor en el lugar llamado Entretérminos, así denominado por encontrarse entre los términos municipales de Collado Villalba y Alpedrete.
Ambas teorías no son contradictorias desde un punto de vista filológico,[16] porque la geografía española está plagada de localidades cuyo nombre, sin ser árabe de origen (y este nombre no es árabe en absoluto), han sido arabizadas: la duda estaría, pues, en si existió o no una población anterior a la presencia árabe.
A pesar de todo, los enfrentamientos continuaron durante mucho tiempo.
Uno de ellos es el horno situado junto al arroyo del Cañal, que forma un suave montículo redondeado, descubierto y vaciado por furtivos que dejaron los escombros junto a él, compuestos por piedras de granito planas y calcinadas de la cubierta, que pudo ser abovedada.
[19] Durante muchos años Alpedrete será considerado como un barrio de Collado Villalba, hasta que en 1840 consigue su autonomía.
Cuenta con tres pilas de granito recubiertas de cemento y situadas a desigual altura para un mejor aprovechamiento del agua, pues los rebajes en sus pretiles permiten la circulación del agua.
[19] Las actividades de la población se vieron reflejadas en el desarrollo urbanístico, con manzanas irregulares formadas por construcciones rurales y dependencias agropecuarias.
Este hecho, unido al desarrollo turístico del municipio, provocó el incremento del sector servicios para atender a los visitantes que acuden a disfrutar de todas las bondades que ofrece Alpedrete.
El nombre del municipio se piensa que hace referencia a esta abundancia de piedra, y se citan como antecedentes del nombre actual los de Ad Petrum para la época romana y Al Pedret para la musulmana.
[25] Este granito aparece en afloramientos superficiales, lo que permite un fácil aprovechamiento del mismo.
El manejo de explosivos para facilitar el corte de la piedra mediante barrenos también implicaba graves riesgos para los canteros e incluso para los vecinos del pueblo por piedras que salían despedidas a gran altura.
Para la extracción y corte del granito se usaban herramientas como el mazo, la maceta, el pico, martillos de diferentes tipos, la picola, las cuñas y herramientas neumáticas.
Otras pequeñas industrias asociadas a las canteras eran los polvorines y las fraguas: «También había fraguas donde los canteros ponían a punto sus herramientas, allí aguzaban los punteros para que cortaran mejor las piedras... Se trabajaba con fuego de carbón de piedra, un soplillo para avivarlo, y agua fría para enfriar el material.»[4] En estos talleres y fraguas se empleaban aprendices que luego seguían con el oficio o pasaban a las canteras, como lo ejemplifica la vida de Cándido Martín, el Segoviano.
En ella trabajó la piedra hasta su jubilación en 2001, cumpliendo así más de cincuenta años dedicado a estos oficios.
Son numerosas las vías pecuarias que atraviesan el término municipal de Alpedrete, desde la Cañada Real Coruñesa hasta otras de menor entidad como los cordeles y veredas, existiendo también sus correspondientes descansaderos (descansadero de Los Negrales) y abrevaderos (abrevadero y descansadero del Cañal).
Se recogen a continuación las que figuran en el Plan General de Ordenación Urbana del Municipio de Alpedrete: En su origen, Alpedrete era un pueblo pequeño que contaba con unas doscientas personas a finales del siglo XVI, pues en el censo realizado por Tomás González en 1591 se testifica que Alpedrete tiene 36 familias, de las cuales 35 son pecheros, o pagadores de impuestos, y un clérigo.
Desde entonces la población se volvió a incrementar hasta los más de quince mil habitantes actuales.
En los últimos años el ritmo de crecimiento se ha ralentizado, debido fundamentalmente a la escasez de vivienda disponible, por el escaso tamaño del término municipal y la inexistencia de zonas urbanizables, ya que gran parte del término municipal se halla protegido, dados su altos valores ambientales.
Tras las primeras elecciones democráticas el Gobierno de Alpedrete pasó al PSOE con Félix Díaz San Gregorio a la cabeza, que gobernó durante ocho años (1979-1987).
Desde 2003 a 2015 gobernó en solitario el PP con María Casado Nieto de alcaldesa.
Otros servicios adicionales como Matrona, Fisioterapia, Odontología y Trabajo Social se prestan en el centro de salud Collado Villalba Estación.
Hay dos líneas de autobús interurbano que comunican con estos centros hospitalarios.
En honor de este reconocido actor, la plaza en la que se encuentra este centro cultural se llama plaza Francisco Rabal, y en ella hay un busto que recuerda su aparición en la película Los Santos Inocentes.