El Trienio Liberal marcó profundamente al autor con su atmósfera liberal y revolucionaria, a tal extremo que se alistó como miliciano nacional con apenas dieciocho años.El cambio que experimentó Madrid durante estos años fue motivo para numerosas salidas al extranjero con curiosidad por la fisonomía urbana que imperaba en distintos contextos geográficos.Años más tarde redactó nuevas Ordenanzas municipales que rigieron largo tiempo.Fue un activo ateneísta y bibliotecario nombrado a perpetuidad por el Ayuntamiento, que más tarde compró su biblioteca por 70 000 reales.Por dos distintas sendas caminamos siempre, y ni él siguió mis huellas ni yo pretendí nunca más que admirar y respetar las suyas.»[5] Con todo, Mesonero seguirá siendo útil y ameno, en tanto Larra, en palabras de Max Aub «sigue siendo el escritor más moderno de España».