Debido a dichas pinturas se le considera la Capilla Sixtina de Pompeya.
[3] La Casa de los Vettii está situada en una calle trasera, frente a una taberna.
La casa está construida en torno a dos centros abiertos al cielo, un atrio poco luminoso a los que pasarían las visitas, desde un pequeño vestíbulo oscuro que daba a la entrada de la calle,[4] y más allá —perpendicular al eje de entrada— un peristilo iluminado por el sol de columnas dóricas acanaladas rodeado por todos los lados de un pórtico decorado con ricos frescos, a los que se abrían las estancias más formales.
La habitación decorada más ricamente es prácticamente una galería pictórica, con trampantojos de arquitectura.
Las estatuas estaban conectadas a tuberías de plomo y expulsaban agua.