En tauromaquia, se denomina burladero al lugar en que se refugian los toreros y sus cuadrillas, detrás de las vallas que delimitan el ruedo, para no estar expuestos a las embestidas.
Está formado por una serie de tablas ensambladas que dejan un espacio por el cual el torero puede salir y entrar al ruedo fácilmente, sin embargo es demasiado estrecho para que lo pueda emplear el toro para escapar del ruedo.
[1] Esta plaza dispone de cuatro burladeros equidistantes entre sí.
El situado en el tendido 7 se utiliza para que la cuadrilla entretenga al toro mientras los picadores entran en la plaza y para que se refugie el banderillero que coloca el primer y tercer par de banderillas, y los otros dos burladeros se sitúan en el tendido 1 y el tendido 4 respectivamente.
En esta plaza, debido a sus grandes dimensiones, existía antiguamente en el centro del ruedo, una especie de burladero que se llamaban templador y se formaban con postes clavados en el suelo muy próximos, los cuales permitían a los toreros refugiarse y escapar de la embestida del toro, sin necesidad de llegar al perímetro de la plaza.