En 1054, las disputas fronterizas con su hermano García III de Pamplona se tornaron en guerra abierta.
Las tropas leonesas dieron muerte al monarca navarro en la batalla de Atapuerca.
[6] Cuando el conde Sancho García de Castilla falleció en 1017,[7] dejó por heredero a García Sánchez, un niño de siete años, lo que dio inicio a un período turbulento para el condado castellano.
En todo caso, Sancho el Mayor, salió favorecido del magnicidio:[9] al no tener hijos el difunto conde García, Sancho invocó los derechos de su esposa Muniadona para gobernar en Castilla,[11] de esta forma la documentación lo sitúa como el único gobernante del condado de Castilla.
[9] Las bodas, a las que asistieron tanto Bermudo como Sancho, se celebraron probablemente en Burgos.
[18] Fernando sigue apareciendo en la documentación junto a progenitor, en cuya corte debió de seguir pese al matrimonio.
[19] Al morir el rey Sancho, Fernando quedó como conde castellano sometido a Bermudo.
[9][b] Las tropas castellanas venían reforzadas por el ejército del rey García de Pamplona.
[9][22] Bermudo, con el ímpetu propio de su edad, picó espuelas a su caballo Pelagiolo y se introdujo en las filas enemigas, donde fue muerto[9] atravesado por una lanza castellana.
[24] Al morir Bermudo sin descendencia, era su hermana Sancha, esposa de Fernando, su sucesora en el trono.
[24] Las crónicas, claramente partidistas, hacen caer exclusivamente sobre el pamplonés la responsabilidad del conflicto: estando García enfermo en Nájera, fue a consolarlo el rey leonés, que, sospechando de su hermano, evitó ser apresado y se puso a salvo.
[33] Fernando dio orden de capturar vivo a su hermano, porque así se lo había pedido su esposa Sancha.
Pero los nobles de León, que no habían olvidado la muerte su rey Bermudo, acabaron con García.
[35] En todo caso, el ejército de García huyó en desbandada, cayendo numerosos prisioneros en manos leonesas, entre ellos buena parte de sus contingentes moros, contra los que cargó Fernando tras morir su hermano.
[41] Sometidos los condes leoneses y seguras las fronteras, Fernando I se aplicó a consolidar las estructuras e instituciones de su reino, ya pacificado.
[43] Al mismo tiempo y paulatinamente, puso en marcha una reforma administrativa, sustituyendo allá donde pudo a los nobles por infanzones dependientes de la Corona y desbaratando la herencia de los territorios, aunque evitando en todo momento enfrentarse directamente con la nobleza.
[51][d] Para la toma del primero, el ejército reunido por Fernando partió de los Campos Góticos en septiembre u octubre del 1057 y cercó la plaza hasta que esta cayó el 27 de noviembre.
[52] En la primavera siguiente, Fernando regresó a la zona, esta vez por la calzada Astorga-Braga, para acometer la toma de Viseo.
[53] La ciudad, famosa por sus arqueros que habían dado muerte a su suegro Alfonso V, se rindió el 23 de julio del 1058.
[57] Tras asegurarse el flanco derecho con estas conquistas, cruzó la frontera con la taifa toledana y destruyó varios castillos en el valle del río Salado (Huérmeces, Santiuste y Santamera).
[59] La contienda se prolongó hasta la primavera del 1062 e impidió que el monarca leonés continuase sus incursiones contra las taifas.
[64] Tras este castigo, la expedición continuó hacia Valencia, donde su rey Abd al-Malik ben Abd al-Aziz al-Muzaffar Nizam al-Dawla, tras resistir el asedio de la ciudad, plantó lucha en la batalla de Paterna, donde acabó derrotado.
[67] Aquella noche acompañó en el coro a los clérigos, salmodiando los maitines en rito mozárabe, y al clarear el día de Navidad vio que la vida se le acababa.
[67] Comulgó en la Santa Misa, siguiendo el rito, bajo las dos especies, y a continuación fue llevado en brazos al lecho.
A su muerte, en vez de respetar el derecho visigodo y leonés que impedía dividir las posesiones reales entre los herederos, siguió los principios jurídicos navarros de considerar al reino como un patrimonio familiar.