Abu ʿAmir Muhammad ben Abi ʿAmir al-Maʿafirí[1][nota 1] (en árabe: أبو عامر محمد بن أبي عامر ابن عبد الله المعافري), llamado al-Manṣūr (المنصور), «el Victorioso»,[1] más conocido como Almanzor (c. 939-Medinaceli, 9 de agosto del 1002),[3] fue un militar y político andalusí.
[27] Al padre del Almanzor, Abd Allah, se le describe como un hombre piadoso, bondadoso y ascético,[28] que murió en Trípoli[22] cuando regresaba de su peregrinación a La Meca.
[28][21][34][22] Esta formación debía facilitarle ingresar en la Administración estatal,[21] ya que las oportunidades de ascenso en las fuerzas armadas eran limitadas para los árabes.
[5][36] Este era un importante consejero del califa Al-Hákam II, a pesar de que sus cargos eran exclusivamente religiosos y no políticos.
[5] Pronto llamó la atención del visir[37] Yaáfar al-Mushafi, amo de la administración civil, que le introduciría en la corte califal, probablemente recomendado por[38] Ibn al-Salim.
[62][66] Conseguida la victoria contra los idrisíes, regresó enfermo a la corte cordobesa en septiembre del 974,[65] con la intención de recuperarse y retomar sus funciones.
[101] Si bien la alianza entre al-Mushafi y Almanzor había minado el tradicional poder de los esclavones en la corte,[105][103][112] las relaciones entre los dos se deterioraron al poco tiempo.
[140][129] Pocos días después de la boda, Gálib y Almanzor partieron[142][143] a realizar una nueva aceifa que alcanzó Salamanca.
[149] El descontento con la minoría real y la regencia alimentó una nueva rebelión organizada por destacados miembros de la corte a finales del 978.
[182][183] En el 981, año de gran actividad guerrera para Almanzor, mandó cinco campañas militares, las primeras en febrero y en marzo.
[182] Tras varios choques entre los duunviros favorables a Almanzor,[183] en abril del 981, Gálib, aliado con castellanos y navarros, lo derrotó.
[196][197][nota 17] Sus títulos honoríficos y los de su familia no contenían referencia a Alá, pues estos se reservaban al califa.
[219][227][215] El gobernador de Zaragoza sería ejecutado en su presencia mientras que «Piedra Seca» salvaría la vida, quizás porque Almanzor no quería mancharse las manos con sangre omeya.
[236][237][223][232] Tras veinte años como representante de Subh, Almanzor se enfrentó a la madre del califa y sus partidarios.
[236][241][217] Enfermo Almanzor, Subh sublevó el alcázar, que trató en vano de oponerse al traslado del dinero.
[265][258][256] Las rivalidades étnicas entre árabes, bereberes y eslavos dentro del ejército andalusí eran utilizadas hábilmente por Almanzor para mantener su propio poder,[258] por ejemplo, ordenando que toda unidad del ejército estuviera formada por diversas etnias para que no se unieran en su contra;[268] impidiendo así el surgimiento de posibles rivales.
[260] En tiempos del emir Alhakén I se creó una guardia palatina de 3000 jinetes y 2000 infantes, todos ellos esclavos eslavos.
[303] Sus correos eran transmitidos por mensajeros comprados en Sudán y entrenados especialmente para ese propósito; en ellos iban los informes oficiales que sus cancillerías redactaban sobre las campañas anuales.
[304][262] Tradicionalmente se habla que, en torno al año 1000, el califato ocupaba cuatrocientos mil kilómetros cuadrados y estaba poblado por tres millones de almas[306] —en comparación, los Estados cristianos reunían ciento sesenta mil kilómetros cuadrados y medio millón de personas—.
[328] Ibn Ziri reaccionó con una victoriosa campaña que desbarató temporalmente a los zanata y le permitió recuperar gran parte del Magreb occidental antes de asediar Ceuta.
[302] En el 985 y ante el regreso del idrisí Hasan ibn Gannun —que se había proclamado califa— desde su refugio en la corte fatimí en Egipto, Almanzor acompañó a un nuevo ejército que cruzó al Magreb a enfrentársele y que mandaba un primo suyo.
[347] Hasta su muerte, sin embargo, el gobierno del territorio quedó en manos de sucesivos oficiales andalusíes.
[383] En general, Almanzor sostuvo a las familias nobles opuestas al monarca del momento para aprovechar las desavenencias leonesas en su beneficio.
[384][21][449][379] Esto permitió la continuidad del Camino de Santiago, que había comenzado a atraer peregrinaciones el siglo anterior.
[452] La campaña supuso un gran triunfo para el chambelán en un momento político delicado, pues coincidió con la ruptura de su larga alianza con Subh.
[482] Igual que en el caso de los eunucos, algunas esclavas eran compradas a piratas que atacaban las costas mediterráneas, otras venían de poblaciones eslavas o germánicas compradas varias veces a vikingos, y también estaban los negros y negras importados desde Sudán.
[485] Pero la mayoría eran niños que serían islamizados y destinados a trabajos en la corte, incluida la labor de eunuco.
[352] Los escritos del cronista árabe Ibn Idarï, en su obra Al-Bayan al-Mughrib, traducida al español por Ambrosio Huici Miranda, apoyan esta tesis.
Describe los terribles dolores que la gota úrica produjo en Almanzor, provocando en él un pertinaz insomnio, nerviosismo e irritabilidad.
[492] La gota úrica puede afectar al riñón, ya que los tofos gotosos pueden depositarse en él, dañando la función renal.