Llevada cautiva a Córdoba cuando era niña,[7] se crio en la cultura árabe-islámica, aprendiendo numerosos conocimientos y artes, pues al califa le fascinaban todos los ámbitos del saber.
[5] Físicamente ha sido descrita como una mujer rubia y hermosa[8] —del tipo preferido por los nobles árabes andalusíes—.
[2] Como integrante del harén, Aurora tenía su vida muy restringida, como era habitual en el califato, pero por tolerancia del califa y como recompensa por haberle dado dos hijos varones, le permitía deambular fuera de Medina Azahara en ocasiones vestida de varón, usando un nombre masculino que le dio Alhakén II, y la colmaba de regalos y atenciones.
Cuando su protegido es nombrado sahib al-shurta, se convierte en uno de los grandes políticos del califato andalusí en alianza estrecha con el chambelán (972).
[24] Al volver a la península, Abu Ámir recibe su primer cargo militar: el comando de las tropas mercenarias acuarteladas en la capital.
[28] En consecuencia, los eslavos verían mejorada su posición en la corte andalusí y el chambelán al-Mushafi sería desplazado.
Este último aparentó aceptar la propuesta pero inmediatamente después convocó a los notables del palacio y les atemorizó sobre sus posibles destinos si al-Mughira accedía al trono.
Todos decidieron entonces asesinar al príncipe para asegurar que el pequeño Hisham se coronara califa.
[27] Siendo una mujer cultivada, inteligente y activa, Subh se volverá el principal soporte del poder amirí durante veinte años.
[20] Abu Ámir rápidamente comprendió que un ejército profesional, mercenario y bien pagado, era la clave del poder.
[34] Sin embargo, se sucedieron nuevas conspiraciones en rechazo a los injuriosos rumores sobre la verdadera naturaleza de Abu Ámir y Subh.
[36] «El califato desembocaba en una dictadura militar» como respuesta natural a la debilidad experimentada por la nula división de funciones religiosas y temporales en la figura del soberano, por tanto, lo que hizo Almanzor y sus partidarios no fue más que la búsqueda de una solución duradera a aquel problema.
[39] En 991 nombró chambelán y caíd supremo a su hijo predilecto, Abd al-Málik, en 992-993 ordenó que los documentos oficiales llevaran su sello en lugar del califal y que se mencionara su nombre después del de Hisham II en todas las oraciones en las mezquitas andalusíes.
[41] Subh temió que su hijo —quien carecía de descendencia— fuera definitivamente destituido y procuró formar un partido opositor a Almanzor.
[42] Subh, con algunos esclavones leales, sobornó a los guardias del tesoro califal, robando 80 000 dinares que hizo transportar en un centenar de cántaros, ocultos bajo miel, mermelada y frutas.
[43] El propósito de tal maniobra era financiar una revuelta que pusiera fin al régimen amirí.