[7] De todas formas, Almanzor logró huir a duras penas, reunir sus fuerzas y asaltar Medinaceli, donde Gálib guardaba sus riquezas, que repartió entre sus hombres.
[1] La primera duró casi un mes y la segunda, doce días; en ambas las fuerzas de Almanzor resultaron vencidas.
Antes de la batalla pasaron dos jornadas en que ambas fuerzas hicieron alardes sin iniciar el combate.
[11] Vestido con cota de malla, a lomos de su caballo y con un alto casco dorado decorado por dos bandas rojas que lo hacían perfectamente distinguible dirigió una feroz carga que destrozó a los bereberes del flanco derecho enemigo.
Sin perder tiempo, encabezó otra carga contra los soldados fronterizos del otro flanco a los que consideraba «traidores», poniéndolos en fuga y dejando solamente al centro en pie.
[15] Como Almanzor no creyó al principio la noticia,[11] le trajeron la mano —con el anillo— y luego la cabeza de su suegro.
[15] Como consecuencia de la muerte del general, sus partidarios cesaron su oposición a Almanzor y entregaron las plazas que, como Atienza o Calatayud, habían controlado hasta entonces.
[13][17][16] La victoria eliminó[18] al principal rival de Almanzor y le otorgó la regencia plena del califa.