Batalla de Cervera

En palabras de Víctor Saornil, fue «la única batalla en la que los ejércitos cristianos acariciaron la victoria».

Obviamente, solo una parte de este ejército acompañaba a Almanzor en sus expediciones, el resto quedaba guarneciendo las ciudades del Califato.

[11]​ Los dirigentes cristianos declararon ilícito huir,[12]​ y sus hombres estaban dispuestos a no retroceder en defensa de Castilla.

[8]​ Los dos ejércitos trabaron contacto el 29 de julio y se prepararon para combatir al amanecer del día siguiente.

[12]​ A la mañana del día 30, mientras aún los cordobeses no habían decidido un plan de acción,[12]​ el conde castellano lanzó un ataque inesperado[12]​ descendiendo por las laderas de la peña contra los flancos del ejército cordobés.

[11]​ Los cristianos presionaron con su caballería ambos flancos de los musulmanes que apenas se sostenían,[3]​[12]​ sorprendidos por el embate enemigo.

[13]​ Entonces, Almanzor realizó la martingala que le valió la victoria en este reñido enfrentamiento: ordenó trasladar el campamento desde la hondonada donde se hallaba a un cerro cercano.

Monumento a Almanzor en la provincia de Soria