[8] La convivencia se llevó a cabo con una muy reducida población mudéjar (Pacis Mauri), una numerosísima población musulmana autóctona esclavizada (Captis Mauri) y una numerosa población judía que acompañaba a los repobladores, esta última bajo un estatuto oficial que los protegía para que llevasen a cabo sus actividades con total libertad, además de la concesión de autonomía fiscal.
Pese a que en 707 Mallorca ya había sufrido un primer desembarco y saqueo por parte del hijo mayor de Musa ibn Nusair, gobernador del Califato Omeya en el norte de África, no fue hasta 903 cuando fue conquistada por Issam al-Khawlaní, gobernante del mismo califato que aprovechó la desestabilización de la población isleña provocada por las incursiones normandas que se habían llevado a cabo con anterioridad.
Este nuevo gobernador dio origen a una dinastía; los Banu Ganiya,[25] que desde su capital en Madina Mayurqa intentaron reconquistar el imperio almorávide.
[28] Posteriormente, continuó el comercio entre los distintos enclaves del Mediterráneo, pero los ataques musulmanes contra las naves comerciales no cesaron.
[53] A aquella primera asamblea le siguieron otras, hasta que finalmente, el rey se decantó por la opción mallorquina.
La apertura la inició Jaime I pronunciando un versículo en latín cuyo origen está sin clarificar: «Illumina cor meum, Domine, et verba mea de Spiritu Sancto», pero que solía usarse en la época medieval para solicitar la inspiración divina del resto del sermón, donde Jaime hizo alusión a que la misión consistiría en una «buena obra».
[60][61] A cambio, recibirían una parte de las tierras conquistadas proporcional al apoyo prestado para la conquista, por lo que el rey se comprometió a nombrar árbitros para el reparto de las tierras y del botín.
[66] En el primer convenio de las cortes la operación se presentó solo para súbditos de la corona, pero al producirse la empresa como cruzada y estar amparada por una bula papal, quedó posteriormente abierta para cuantos quisiesen participar, llegando incluso a incorporarse colectivos particulares y judíos.
[114] Mientras los cristianos se preparaban para comenzar el asalto, Abú Yahya acababa de reprimir una revuelta que había sido provocada por su tío, Abu Has Ibn Sayri y como reprimenda, se disponía a ejecutar a 50 de los alborotadores.
[121] Durante este primer combate, el rey, seguido por 24 caballeros aragoneses produjo una escaramuza temeraria contra un gran grupo de enemigos que desagradó a los Moncada, quienes le reprocharon su temeridad: ya que llevó a cabo la acción por su cuenta poniendo en peligro su vida y la misión al no haber advertido de sus intenciones al resto del ejército.
Avisados los cristianos de los movimientos enemigos, el monarca ordenó permanecer en alerta para poder repeler un hipotético ataque por sorpresa.
[122] Jaime I, que desconocía en ese momento la muerte de aquellos hombres, siguió su mismo camino, avanzando con el resto del ejército con intención de agruparse con ellos y participar juntos en la liza, hasta que tomó contacto con el enemigo en la sierra.
[132][133] Finalmente, la superioridad militar de los cristianos consiguió que los musulmanes se retirasen, pero al solicitar los caballeros de Jaime I un alto para rendir homenaje a los nobles que habían fallecido, los dejaron huir hacia la medina donde terminaron refugiándose.
[136] Tras esta gran batalla campal el camino hacia la capital de la isla se presentó libre de obstáculos para las tropas invasoras, momento en que se prepararon para dar el asedio final a la ciudad.
[149] Finalmente, el valí fue torturado hasta que murió, aunque jamás reveló dónde escondía sus riquezas.
[149] Al mismo tiempo, incendiaron la medina y pasaron a cuchillo a la población que no había logrado huir por la puerta norte y había quedado rezagada entre las casas, aunque algunos pocos se convirtieron al cristianismo para salvar sus vidas.
[154] Jaime cedió a sus peticiones y les entregó «la casa del deracenal», más cuatro galeras que había apresado al valí de la isla.
Sin embargo, la mayoría de la población musulmana no ofreció demasiada resistencia y permaneció desunida, facilitando la invasión.
[163] Muhammad Ben Ma’Mar, profesor de la universidad de Orán llevó a cabo la primera transcripción y anotación,[164] hasta que finalmente Guillermo Rosselló Bordoy llevó a cabo su traducción al catalán en 2009, donde desde su presentación se convirtió rápidamente en un pequeño best seller en Baleares.
En principio, una vez fue alertado el valí de los preparativos bélicos en la península para la invasión, envió tres barcos espías: uno fue capturado, otro confirmó la inminente invasión y el último fue arrastrado por los vientos hasta Cerdeña, donde capturaron a cinco cristianos que informaron que el ataque había sido pospuesto hasta la primavera y Abú Yahya, creyéndoles, desmontó su dispositivo de defensa.
[167] Según consta en las crónicas cristianas y musulmanas, la isla contaba aproximadamente con una población de 50 000 habitantes, repartidos entre las doce alquerías que la dividían.
[175] No obstante, el sistema legal permitía que las caballerías pudiesen ser arrendadas o vendidas a terceros, aunque no fuesen caballeros, hecho que a cambio les concedía baja jurisdicción civil y criminal, permiso para cobrar determinados derechos señoriales y establecer una curia.
Esto acrecentó el poder del monarca que, junto al prestigio obtenido, pasó a ocupar un lugar predominante y menos precario ante los nobles.
Llegados a este punto, pensaron en una estrategia que les permitiese de algún modo hacerse con Menorca.
Esta última está considerada por los historiadores mallorquines como el templo más antiguo de Palma, ya que su construcción se llevó a cabo sobre una mezquita musulmana después de la invasión, aunque con pequeñas modificaciones en la estructura original para adaptarla al culto cristiano.
[204] Asimismo, se permitió que el autor y víctima de un delito pudiese pactar una compensación económica para zanjar sus diferencias.
[205] Tanto Jaime I como el resto de señores jurisdiccionales, crearon una escribanía que documentase los actos judiciales y patrimoniales de su competencia, cuyo derecho tenía un cometido económico, pues las tasas que percibían por autorizar escrituras correspondían a su titular.
[230] Aunque para algunos se remontan a la época romana, todos mantienen una estructura similar; entrada cubierta entre el portal y el patio en cuyos laterales se encuentran puertas que conducen a dependencias auxiliares, como despensas o establos, empedrado estrecho, espacio cubierto de arcos, columnas y capiteles con escaleras que terminan en galerías.
[231] En el Llibre dels Fets aparecen varias menciones a la Divinidad por parte de Jaume I.
Por ejemplo, ante la llegada a Mallorca, dice: Ya por 2012, surgió una secuencia evocando el acontecimiento que se relacionó con una experiencia mística propia.