En 1309, el rey Jaime II de Aragón "el Justo", lo llamó a su corte para confiarle una misión diplomática de primera magnitud ante el Papa Clemente V, poder recaudar un diezmo doble sobre los bienes eclesiásticos de la Corona de Aragón;[1] Jaime II de Aragón quería recaudar este doble diezmo para continuar financiando la cruzada contra Granada.
La misión diplomática encargada a fray Pedro Marsili y Fortuny Martí no prosperó en absoluto.
Aunque el santo padre la ratificó y le concedió indulgencias a todos aquellos que participaban, se negó a conceder el doble diezmo, la negativa del Papa chocó con el empeño irreverente y temerario de fray Pedro Marsili, que acabó siendo suspendido de todas sus funciones religiosas por el maestro general de la orden de los predicadores.
Jaime II intercedió por él varias veces ante el Papa, hasta que le fue levantada la pena de exilio.
El rey Jaime II, también le encargó la traducción al latín del Libro de los hechos,[2] adecuándolo a los estándares estilísticos de una crónica de principios del siglo XIV: "que los hechos de su glorioso abuelo (Jaime I) recogidos en tiempos antiguos en un estilo verídico pero vulgar, puestos al día y una vez traducidos al latín en un solo volumen de historia y de crónica en la que toda serie de los grandes hechos del rey su abuelo (sean) tejidos ".