[6] Contiene fundamentalmente agua o caldo, pan (que suele ser pan duro que ha sobrado de días anteriores), pimentón, laurel, ajo, aceite de oliva y huevo escalfado.
Ha sido un almuerzo muy frecuente en la antigüedad en muchos sitios de España.
[9] Tradicionalmente la sopa de ajo tiene muy pocos ingredientes:[10] El conjunto puede estar mucho tiempo en agua que dependiendo de la cantidad a servir puede ser entre una y dos horas.
En la sopa de ajo aragonesa se añaden huevos y picatostes.
Así por ejemplo, hay una sopa de ajo soriana a la que se añade un puñado de setas senderuelas al refrito con los ajos y el pimentón.
Existe una sopa de ajo mallorquina que se elabora con cebolletas tiernas y berzas.
[11] En la cocina madrileña (muy influida por la cocina castellano-manchega), son un plato muy importante durante las celebraciones de Semana Santa,[12] denominándose sopa de ajo madrileña[cita requerida].