Después del Asedio de Madina Mayurqa y el asesinato del último valí musulmán de Mayurqa, Abu-Yahya Muhammad ibn Ali ibn Abi-Imran at-Tinmalali, Abu Hafs ibn Sayrî huyó a las montañas donde reunió 16 000 supervivientes de la masacre que siguió a la caída de Madina Mayurqa.
[1] La insurrección mayurquina se fortificó en los castillos de Alaró, Pollensa, Santueri.
El rey volvió a Cataluña en noviembre de 1230.
En 1231, durante la segunda expedición de Jaime I el Conquistador sobre Mallorca, y después de la muerte de Abu Hafs ibn Sayrî y sus seis mil hombres en febrero[3] en la Sierra de Tramuntana, Xuiap optó per tratar la rendición de la siguiente manera: a su favor ell y a otros cuatro de su linaje, hacienda en Mallorca, caballos, armas, un rocín y mulas; para los sarracenos que se atenieran al trato, derecho a poblar las tierras que se habían expropiado por el rey (medietas regis); aquellos que no lo obedecieran, restarían a la merced del rey.
Cerca de 2.000 sarracenos mayûrquins se negaron a cumplir estas condiciones[4] y se refugiaron en el Castillo de Pollensa, que fue asediado, muriendo así el caudillo mallorquín Abu-Alí Úmar.