Poncio de Torrella

[1]​ Siendo ya prior de la misma iglesia, fue elegido como obispo pocos días después de la muerte del obispo anterior, Gombal de Santa Oliva y consagrado poco después, cuando el 22 de marzo de 1213, Pedro II, desde Lérida, le expidió un documento que le proporcionaba inmunidad.

[1]​ Colaboró con el rey Jaime I en algunas de sus expediciones, así como recibió del mismo algunas donaciones, como la del castillo de Mirabet, el de Sufera y también algunas casas en Peñíscola.

[2]​ Prestó al monarca aragonés poderosa ayuda durante el primer asedio que este último llevó a cabo a Peñíscola, pues tenía interés en que este ampliase los dominios que formarían parte de su diócesis.

[3]​ Una vez conquistados estos castillos, se dedicó a repoblar de cristianos todo el territorio, cuyo distrito quedó constituido además de los citados por el castillo de Albalat, la villa de Cabanes y las tierras que posteriormente formaron las actuales Benlloch y Torreblanca.

[4]​ Sus restos se encuentran enterrados en un arca funeraria de piedra que está encajada en un muro de la catedral de Tortosa, junto a otros cuatro obispos de la época de la canónica agustiniana.