[5] Ante tan poderoso enemigo común, Ordoño II y Sancho Garcés I «estrechan su alianza para afianzar su dominio sobre la Rioja.» El resultado fue una campaña contra Nájera, «acampando durante tres días bajo sus muros, sin poder ocuparla (comienzos de junio de 918).» Después marcharon sobre Tudela conquistando de camino Calahorra y Arnedo, «así como Viguera, cuyas defensas fueron reforzadas por Sancho.» Dejando atrás el Queiles y el Ebro, Sancho cae sobre Valtierra donde «derrotó a las gentes del arrabal e incendió su mezquita, si bien no pudo entrar en el castillo.
Los supervivientes se refugiaron en las fortalezas de Muez y Viguera, que fueron cruelmente asediadas por el emir cordobés.
Tras tomar las plazas, todos los cautivos fueron degollados, y finalmente, arrasó los campos antes de volver a Córdoba.
Convocados por el monarca en el lugar de Tejar, a orillas del Carrión, los condes fueron apresados y encarcelados (aunque según la tradición fueran muertos).
En cualquier caso, debieron ser liberados poco tiempo después, ya que la documentación los presenta actuando con normalidad.