Es aconsejable su visita en verano, ya que el resto del año las bajas temperaturas y las habituales nevadas la hacen muy complicada.
Antes de llegar a la capital, el río cruza otras localidades como Villoldo o Manquillos.
Al entrar en la ciudad se abre en varios brazos formando dos islas de gran tamaño y tres más pequeñas.
Durante la revolución industrial el río fue desviado creando un cuérnago en el entonces centro de la villa (donde está el Puente Mayor del siglo XVI) hacia las afueras para abastecer a las fábricas de agua.
[2] Un hecho singular acaeció en aquellos lares, la batalla de Golpejera tuvo lugar a orillas del río Carrión, siendo un lugar idóneo para disputar una batalla debido a la amplitud de sus vegas.