[20] Esta fue la base sobre la que se desarrolló el trazado clásico del Camino de Santiago tras realizarse algunos cambios en su recorrido, principalmente para hacerlo pasar por zonas más pobladas.
[23] En estos países alejados, los peregrinos tomaban las principales vías comerciales que conducían a Francia porque tenían la mejor infraestructura.
[25] Buena parte de ellas quedaron asfaltadas para su utilización por los vehículos, si bien algunos tramos conservaron su estado original al crearse otros alternativos más ventajosos.
[27] Ya en los años 1980 se procuró adecuarlo para poder ser recorrido a pie y para ello se buscaron senderos que evitasen el peligroso uso de la carretera, labor esta realizada por voluntarios desinteresados entre los que destacó el párroco Elías Valiña.
Básicamente, su admisión o no giró inicialmente en torno al denominado «problema del silencio»[nota 3] que, a su vez, generó la cuestión de la «teoría alternativa».
[60] Tenía planta basilical y constaba de tres naves en cuya cabecera se situaba un ábside con forma cuadrangular que albergaba la tumba del apóstol.
El rey colaboró donando parte del botín que se había obtenido en su reciente ataque a la Taifa de Granada.
[69] En ella se estableció el diseño de la catedral que sería seguido, a grandes rasgos, hasta su finalización siglo y medio después.
[99] Finalmente, en el ámbito político, recibió un mayor apoyo por las autoridades medievales europeas, ya que la humilde Compostela no levantaba recelos como lo hacía la sede papal.
[111] Finalmente se dirigían al altar mayor, donde había una imagen del apóstol, y efectuaban un ritual como ponerse en la cabeza la corona que portaba la misma o darle un abrazo.
Este impulso se truncó en la época de Almanzor, quien recuperó parte del terreno perdido y sometió el resto a continuas aceifas.
[124] Falleció cinco años más tarde —en 1002— y el califato se sumergió en 1009 en una larga guerra civil que acabó desintegrándolo en los reinos de Taifas.
[143] En el tránsito al siglo XIII, la peregrinación a Compostela se había convertido en un fenómeno popular, de tal manera que una masa de peregrinos anónimos acudía a Compostela y no eran raros los incidentes entre ellos al disputarse la vigilia en el altar mayor.
Los primeros organizaban expediciones colectivas que llegaban preferentemente al puerto de Burdeos, situado entonces en territorio controlado por ellos.
[146] Los segundos, aunaron fines tanto piadosos como comerciales y se vieron atacados a veces por piratas ingleses.
[157] Adicionalmente, se incrementó notablemente el número de personas que hacían una «peregrinación forzada», la cual era impuesta por tribunales como una pena civil.
[163] En el siglo XVI se dieron varios factores que provocaron una profunda crisis en las peregrinaciones a la tumba del apóstol: decadencia cualitativa en la tipología de los peregrinos, aparición de la teología protestante y, unido a esto, los conflictos bélicos que ocurrieron en Francia.
En este contexto, se buscaron y potenciaron los elementos comunes, algo que, a la larga, ayudó al renacimiento de la peregrinación jacobea.
[176] Ya iniciada la década de 1980, fue Juan Pablo II quien apoyó personalmente la peregrinación viajando a Compostela en 1982 y siendo, históricamente, el primer papa en ejercicio que lo hacía.
Siete años más tarde, en 1989, se celebró en Santiago la IV Jornada Mundial de la Juventud, lo que le dio ocasión para repetir su visita.
[184] Durante este periodo se realizaron, también, otras acciones que incidían en el estudio histórico y en los aspectos culturales de la peregrinación a Santiago.
[192] Su ejercicio se ve como «una escuela excepcional de humanidad», donde la marcha sacrificada permite conocer la fuerza y flaqueza tanto del cuerpo como de la voluntad, mientras que el tiempo se ralentiza con el lento ritmo del andar, permitiendo así una meditación en profundidad.
Las primeras critican que se busque meramente aumentar el número de turistas y que la Iglesia conceda la compostela simplemente tras recorrer los últimos cien km, causando una masificación extrema en este tramo, donde los elementos de espiritualidad, soledad y encuentro consigo mismo quedan desvirtuados.
[20] En época romana discurrían junto a Assegonia dos calzadas: la XX per loca maritima en dirección sur–norte, y la XIX Bracara Asturicam que —por el este— llegaba desde Lugo.
[209] Desde esta ciudad fortificada proseguía por la ruta heredera del tramo de la XIX Bracara Asturicam que pasaba por el naciente Locus Sancti Iacobi.
Igualmente, se afianzó el dominio cristiano del alto Ebro, lo que dejó expedito su uso completo hasta territorio franco.
La mención más antigua que se conserva del uso como ruta para llegar a Compostela aparece en la Crónica Silense redactada ca.
Por la cornisa cantábrica se formó una por la unión de pequeños caminos comarcales y que conectaba la desembocadura del río Bidasoa con el área cercana a Oviedo.
Por un lado, el Ministerio de Obras Públicas comenzó a reparar y acondicionar las carreteras afectadas para conseguir un itinerario que enlazase las poblaciones del Camino.
[25] Este mismo religioso comenzó, también en 1984, a señalizar la ruta con unas características flechas amarillas realizadas con pintura que se empleaba para marcar obras en la carretera.