Siguió la carrera eclesiástica y en 1871 fue nombrado canónigo del cabildo compostelano, lo que le permitió acceder al archivo documental de la catedral, y aprovecharlo para realizar trabajos de investigación y cultivar la novela histórica, género de enorme vigencia en el Romanticismo, pero hasta el momento no abordado por la literatura en lengua gallega.
Dejó tres novelas históricas: El propósito historiográfico hace que López Ferrero incluya en las tres novelas descripciones de monumentos y transcripciones de documentos históricos.
El autor tenía plena conciencia de su labor a favor de la resurrección y rehabilitación del idioma gallego.
Escribió medio centenar de libros sobre temas gallegos.
[2] Entre su extensa obra historiográfica se cuentan: En política fue carlista[3] y durante el Sexenio Revolucionario dirigió el periódico tradicionalista La Emancipación.