[1][2][3] En realidad, el cambio no fue tan drástico, pues desde hacía tiempo la Escuela tenía su sede dentro de la Universidad.
Cuando se producen las primeras desamortizaciones, se forman los primeros archivos nacionales con la documentación incautada, siendo pionera la Francia revolucionaria con la creación de sus Archivos Nacionales (1794) y que después siguieron los restantes países continentales.
En ese momento solo existía una única Cátedra en la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País.
[4][3] Entre 1856 y 1868, Narváez, presidió tres gabinetes, desde los cuales ejerció una política represiva de cualquier manifestación subversiva, a la vez que trataba de introducir medidas reformistas.
Fue en ese periodo, reinando Isabel II de España cuando se reabrieron las Universidades cerradas por su padre, Fernando VII, pero el panorama educativo en ese momento resultaba desolador: en 1855 había en España 6000 pueblos sin escuela, en 1858 existían sólo 53 institutos de secundaria, con unos 10.000 alumnos (cinco veces menos que en Francia, con la mitad de población), y había sólo 6104 alumnos en las diez universidades españolas, más de la mitad (3472) estudiaba Derecho.
Siendo ministro de Fomento en ese momento José Manuel Collado y Parada.
[5] Entre el profesorado encontramos a Juan Facundo Riaño, que enseñaba Historia de las Bellas Artes en los tiempos antiguos, Edad Media y Renacimiento.