En 1875 fue nombrado jefe superior del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios.
Dirigió la Biblioteca Nacional durante sus últimos años de vida, cargo en el que fue sucedido por Jenaro Alenda.
[5] Escribió piezas teatrales, principalmente comedias y zarzuelas.
Aficionado a la épica culta, tradujo en prosa la Divina comedia de Dante Alighieri (Barcelona: Montaner y Simón, 1871-1872, ed.
Como dramaturgo tradujo y adaptó, entre otras obras, el Tartufo de Molière con el título El hipócrita, escribió varias piezas en colaboración y una enteramente suya, La Madre de San Fernando, un drama histórico en cuatro actos y en verso.