Sin duda son los condes de Saldaña, de cuyo castillo las ruinas aún subsisten, los que llenan la historia y la leyenda locales.
Según crónica de la época: «...en que casó Alfonso VII en Saldaña con Doña Berenguela la chica, hija del Conde de Barcelona, entre otras funciones, hubo también fiestas de toros».
La antigua Gili-Zalan, luego llamada Saldania, se hizo famosa por sus luchas contra Roma, cuya dominación fue larga y fecunda.
Lo atestiguan los alrededores, que son un inagotable filón arqueológico, en gran parte intacto.
Además posee con varias explotaciones ganaderas (ovino, porcino y vacuno principalmente), industria alimentaria, industria metalúrgica, servicios, comercio y construcción.
[6] Saldaña y su comarca tienen gran potencialidad como destino gastronómico.