La batalla de Pancorbo se libró en 816, cuando el ejército árabe, enviado al norte por el emir Alhakén I y dirigido por Abd al-Karim ibn Abd al-Wáhid ibn Mughith, intentó cruzar el paso de Pancorbo.
Esta revuelta fue aprovechada por el Reino de Asturias para atacar Lisboa y por Carlomagno para conquistar Barcelona e independizar Pamplona bajo la órbita francesa.
Los árabes, dirigidos por Muawiya ibn al-Hákam, hijo del emir Al-Hákam I, atacaron Álava y Castilla en 801 atravesando el Ebro y cruzando el paso de las Conchas, pero fueron sorprendidos por Velasco, el vasco profranco, que comandaba sus fuerzas, las de Jimeno, los pamploneses y posiblemente un contingente enviado por Sancho I de Gascuña, a Arganzón, donde prepararon una emboscada.
Fue tal el alcance de la derrota que Muawiya ibn al-Hàkam se vio obligado a volver a Qúrtuba tras haber muerto sus mejores oficiales y posiblemente muchos de sus hombres.
[4] La batalla duró trece días de combate sin tregua, en los que los vascones planearon la defensa en vados de ríos abruptos y barrancos, obstruyendo los accesos con maderos, trincheras y fosos cavados con sus propias armas, que los musulmanes no pudieron atravesar.