Como las otras dos marcas andalusíes (la Media y la Inferior), eran regiones más pobres y rurales que las del sur, pero a su vez, la marca superior estaba más poblada y mejor defendida que las inhóspitas fronteras del Duero, precisamente para proteger el valle del Ebro frente a las constantes incursiones de los cristianos pirenaicos, y posteriormente, la presión ejercida por el Imperio carolingio y su Marca Hispánica al Sur de los Pirineos.
[3] Dominó Zaragoza, Huesca y Tudela como señor independiente de los emires cordobeses hasta su fallecimiento en el 862.
[3] La familia estaba emparentada con la casa real del Reino de Pamplona: el segundo Musa había desposado a la hija del rey García Sánchez I de Pamplona.
[3] Muhámmad I de Córdoba recuperó efímeramente el control del territorio hasta que los hijos de Musa se alzaron nuevamente contra Córdoba en el 871.
[3] Las continuas expediciones contra el foco rebelde no dieron resultado, y los emires optaron por oponer a los Banu Qasi una familia rival que les disputase el poder: los Banu Tuyib.