Batalla de Covadonga

Mientras que muchos académicos no dudan de la existencia del enfrentamiento, algunos historiadores han puesto en duda su existencia, incluso la del mismo Don Pelayo, pero lo cierto es que los cronistas musulmanes también dan cuenta de él.

Su autoridad fue desafiada por algunos dirigentes astures que, reunidos en Cangas de Onís en 718 encabezados por Pelayo, decidieron rebelarse negándose a pagar impuestos exigidos, el jaray y el yizia.

Al Qama halló la muerte en este lance, mientras que sus fuerzas sufrieron grandes pérdidas en su desordenada huida, al caer sobre ellos una ladera debido a un desprendimiento de tierras, probablemente provocado, cerca de Cosgaya en Cantabria.

[17]​ Un punto de vista similar es el que ha sostenido Julio Valdeón.

[18]​ Más recientemente Eduardo Manzano Moreno ha cuestionado incluso que Pelayo fuera un noble visigodo.

[20]​ Las crónicas árabes nombran el acontecimiento aunque le restaron importancia —«un cronista musulmán tardío, al-Maqqari, afirma que las huestes de Alqama decidieron retirarse de las montañas astures porque al fin y al cabo allí sólo había "treinta asnos salvajes", por lo que se preguntaron "¿qué daño pueden hacernos?

La gruta de Covadonga, refugio de Don Pelayo.
Mapa de las campañas de la ocupación islámica de la península ibérica.