Asedio de Jaén (1225)

La conquista de Jaén era fundamental para la expansión del Reino de Castilla por el valle del Guadalquivir.

Esta primera campaña fue solo un tanteo para ver y probar las defensas de Jaén.

El ejército de Castilla contaba con un importante número de hombres que acompañaban al rey desde Toledo, además, del apoyo del ejército castellano de Baeza y del ejército de al-Bayyasi, Taifa de Baeza, vasallo del rey santo.

El objetivo de Fernando III no era todavía conquistar la plaza sino debilitarla y probar sus defensas con vistas al asedio definitivo.

Durante el asedio se establecieron campamentos cristianos, se devastaron los campos próximos, los sitiados realizaron salidas con escaramuzas a los sitiadores y los sitiadores atacaron la Muralla.