En 1075 Al-Mamún fue envenenado en Córdoba, asumiendo el reinado su nieto Al-Qádir, que se consideró bastante fuerte en sus dominios como para prescindir del rey cristiano y expulsó de Toledo a los partidarios de la colaboración con los cristianos.
Estos provocaron una revuelta en Valencia, que se declaró independiente bajo el mando de Abu-Bakr ibn Abd-al-Aziz.
El 25 de mayo del mismo año, Alfonso VI entró en la ciudad.
Su fracaso provocó que Játiva pasara a ser controlada por Al Mundir Imad-ad-Dawla, quien atacó Valencia.
Cuando los almorávides iniciaron la conquista de la península llamados por Al-Mu'tamid, Al-Qádir creyó que su ciudad estaba en peligro y contrató a el Cid para que protegiera su ciudad de los almorávides.