Sitio de Algeciras (1342-1344)

Esta obra narra detalladamente los sucesos observados desde el exterior de la ciudad dedicando un capítulo a cada mes transcurrido.

[3]​ Tras pasar la ciudad del estrecho durante los primeros años del siglo XIV por manos meriníes y granadinas, en 1329 Algeciras es definitivamente conquistada por el Reino de Fez que establece en ella la capital de sus dominios europeos.

Su padre Abu-l-Hassan cruza el estrecho en 1340 derrotando a una gran flota castellana y desembarca en la ciudad.

[9]​ Según los leales al rey de Castilla ese era el momento apropiado para cercar la ciudad pues debería tener escasos suministros.

Los adalides del rey aconsejan a este sobre los lugares más apropiados para establecer el real, base principal donde debería residir el rey y los nobles, y aquellos puntos vulnerables desde los que se podía hacer más daño a las defensas de la ciudad.

[11]​ Tan sólo falta trasladar las tropas a Algeciras y para ello se construyen sendos puentes en el Río Barbate y en un arroyo cerca de Jerez y se mandan apostar varios barcos en el Río Guadalete para el paso de las viandas para las tropas.

La ciudad poseía en el siglo XIV dos villas separadas con sus propias murallas y defensas, con un perímetro de 4 600 metros.

Entre ambas villas se encontraba el río de la Miel que en su desembocadura formaba una amplia ensenada que actuaba como puerto natural al resguardo de la Isla Verde, llamada por los musulmanes Al-Yazirat Umm Hakim.

La entrada a la villa desde Gibraltar estaba protegida por una puerta monumental llamada del Fonsario por estar junto al principal cementerio de la ciudad.

Viendo desde la ciudad que aún no se había podido organizar correctamente el sitio se decide mandar trescientos hombres a caballo y mil a pie contra el Maestre de Santiago, Joan Alfonso de Guzmán, Pero Ponce y el consejo de Sevilla establecidos en la Puerta del Fonsario.

[19]​ Tras comprobar el rey el daño que podía hacerse a los suyos manda en los siguientes días hacer una cava alrededor de la Villa Norte dejando tan solo tres pasos para impedir la salida desde la ciudad.

Debido a esto tuvieron que tomarse nuevas medidas para provocar la claudicación de la ciudad, ya que la partida de la flota aragonesa hacía más difícil el cerco marítimo y la ciudad podría ser aprovisionada desde Gibraltar.

Esta técnica, que ya les había permitido matar al Conde de Lous, no era conocida por los caballeros cristianos menos acostumbrados a la lucha fronteriza y por ello durante los primeros meses del asedio murieron gran cantidad de caballeros.

[22]​ Los sitiadores estaban pasando más problemas de los que imaginaban al comienzo del sitio.

Con el desconcierto creado por los temporales los algecireños aprovechaban para acercarse durante la noche causando grandes daños.

[20]​ En estos días desde Granada, el rey Jusef ben Ismael estaba preparando pertrechos para acudir al socorro de la ciudad.

[26]​ Las bastidas y cavas sin embargo continuaban construyéndose alrededor de la ciudad hasta que lograron sitiar todo su perímetro.

Tanto las tropas asentadas en el Guadiaro como los barcos preparados cerca de Ceuta hacían presuponer una gran batalla en la zona.

El vicealmirante valenciano Jaime Escribano llega a mediados de agosto a Algeciras con diez galeras en nombre de Aragón, se une al vicealmirante Mateo Mercer que tenía ya otras tantas en el lugar.

[37]​ En un primer encuentro, los cristianos intentaron sorprender a la flota musulmana enviando al combate solo a los quince barcos castellanos, mientras que las naves aragonesas maniobraban como si se prepararan para ir en ayuda de los benimerines.

Con todos los pertrechos en sus barcos el almirante Egidio Boccanegra comunicó al rey que si no se les pagaban los cuatro meses de soldada que se les debía se irían de la cerca como ya habían hecho antes otros sitiadores, entre ellos el duque de Fox con sus caballeros.

El real castellano mandó entonces que se incendiasen las naves enemigas arrojando desde sus barcos material inflamable y saetas encendidas y aprovechando el fuerte viento de levante que soplaba.

Los musulmanes sin embargo también conocían el terreno y tras una primera inspección y un pequeño encontronazo con un reducido grupo de cristianos, volvieron a su margen del río a la espera de nuevas.

[43]​ En el campamento granadino no tenían ninguna prisa por empezar los combates debido a que en pocos días se recibirían refuerzos desde la capital y una vez con ellos se podría hacer frente a los castellanos.

Poco después del amanecer las armas de asedio cristianas consiguen hacer mella en las defensas y a través de ella se ataca la ciudad aunque sin llegar los sitiadores a penetrar en ella.

Por esa razón decide esperar el regreso de los soldados y aguardar a la noche para volver al real.

Alfonso XI sin embargo no deseaba seguir combatiendo pues el asedio resultaba demasiado caro y ya había perdido muchos soldados.

Este lance fue aprovechado por el rey de Granada Muhammad V para reconquistar Al-Yazira Al-Jadra.

[60]​ Los musulmanes reconstruyen las defensas y establecen allí una gran tropa para defender la ciudad.

[61]​ Para ello cegaron el puerto, derruyeron las murallas y mandaron incendiar todos los edificios.

Estrecho de Gibraltar durante el Sitio de Algeciras.
Torre de los Adalides.
Plano situación de las villas de Algeciras.
Principales construcciones y lugares nombrados en el texto.
Puente de acceso a la Puerta del Fonsario.
Situación del real de Alfonso XI durante el cerco y de sus tropas.
Bolaños localizados en el actual Parque arqueológico de las murallas meriníes correspondientes al sitio de la ciudad de 1342.
Torre del Almirante , residencia durante el Sitio de Algeciras de Egidio Boccanegra y de las escuadras castellana y genovesa.
Marismas del río Palmones.
Ruinas de Algeciras en un grabado del siglo XVIII