Señorío de Aguilar
No obstante, el señor de Aguilar salió reforzado de la contienda, y cuando Sancho accedió al trono, otorgó al heredero y homónimo de Gonzalo Yáñez pendón y caldera, equiparándole con la alta nobleza, lo cual contribuyó a mejorar ostensiblemente el prestigio del linaje.[1] En el primer año del reinado de Pedro I de Castilla el señorío fue donado a Alfonso Fernández Coronel,[1] quien posteriormente se desnaturalizó y empezó a guerrear contra el propio rey y contra toda la comarca causando importantes estragos y creando una peligrosa situación en esta zona de la frontera.Pedro I se vio obligado a acudir personalmente a cercar la villa en enero de 1352, cuya rendición se produjo al año siguiente siendo destruidas sus murallas y castillo.Alfonso Fernández Coronel fue apresado y decapitado en 1353.Parece ser que finalmente el rey decidió mantenerla en realengo, jurando no entregarla nunca ni en señorío ni en abadengo.