[1] Por sus esfuerzos durante la contienda los Reyes Católicos le entregaron la villa de Sedella, que posteriormente permutó por Comares.
[5] Una vez terminada la Reconquista en la península ibérica, los esfuerzos se centraron en evitar los ataques desde el norte de África.
Durante el reinado conjunto de Juana I y Felipe I un año después fueron suspendidas estas intervenciones en el Magreb, por lo que Diego trasladó sus propias tropas desde Málaga hasta Tremecén, donde sufrió una terrible derrota que lo obligó a retirarse hasta Mazalquivir.
[1][5] Su virreinato se caracterizó por una situación difícil, donde los navarros no sentían aprecio por sus nuevos soberanos, por lo que Diego respetó escrupulosamente las leyes y fueros propios del reino, así como convocó a las Cortes navarras anualmente para evitar grandes revueltas.
Así pues, tras tres años en el cargo, el virreinato acabó en manos del V conde de Buendía.