Batalla de Algeciras (1278)

El encuentro, que tuvo lugar en las aguas del estrecho de Gibraltar, se saldó con una victoria musulmana.

A la flota merínida se unieron 12 barcos enviados por el sultán de Granada.

Una vez reunida dicha flota y tras averiguar el mal estado en el que se encontraba la flota castellana y sus tripulaciones, sometidas a una epidemia de escorbuto, decidió lanzarse al ataque.

El 25 de julio se libró frente a Algeciras una gran batalla naval que concluyó con la práctica destrucción de toda la flota castellana.

Sin embargo, el rey Alfonso X dejó sin castigo la actitud del Infante haciendo recaer las responsabilidades de dicho acto en el almojarife judío Yishaq de la Maleha ordenando su destitución y posterior ejecución.