Batalla de Teba

En consonancia con estas circunstancias, en el bando nazarí se hicieron aún más patentes, si cabe, las influencias norteafricanas y, así, amplios contingentes benimerines llegaron a tener un papel muy importante en el desarrollo bélico.

Tan solo una semana después se presentaría el principal escollo al que debían hacer frente las tropas cristianas; la llegada desde Granada del temido general Ozmín.

Las escaramuzas granadinas siguieron durante varios días sin que los cristianos pudieran entrar en confrontación directa contra sus enemigos, tal como deseaban.

Una parte la llevaría junto al río Guadalteba en una estratagema que pretendía desguarnecer el campamento enemigo.

Fueron llevados a Escocia por los escoceses supervivientes, William Keith de Galston, y Simon Lockhart.

Monumento a Sir James Douglas en la Plaza de España de Teba.