Río Mondego
Se trata del río más largo que recorre exclusivamente tierras de Portugal.Los romanos ya lo llamaban el río de Munda, que significa transparencia, claridad o pureza.Entre Penacova y Coímbra, el río discurre por un estrecho valle, en un camino caracterizado por numerosos meandros entrelazados.En esta última etapa atraviesa una vasta llanura aluvial, atravesando los municipios de Coímbra, Montemor-o-Velho y Figueira da Foz, donde desemboca en el Océano Atlántico.El río Mondego drena una cuenca con una superficie total de 6645 km²,[1] tiene una orientación nororiental-suroeste dominante.Las inundaciones en el río Mondego se han producido desde al menos el siglo XIV, afectando la vida de una ciudad importante como Coímbra.Aquí fue posible registrar las inundaciones más importantes, de las cuales se destacan los años 1331, 1788, 1821, 1842, 1852, 1860, 1872, 1900, 1915, 1962, 1969 y 1979.Aguas abajo del embalse de Coímbra se encuentran exclusivamente especies que sobreviven a una posible influencia salina.[6] Hay varios lugares de interés ornitológico, como la isla de Morraceira, ya que en la ría es habitual ver especies como el ánade real (Anas platyrhynchos), la cigüeña blanca (Ciconia ciconia), el flamenco común (Phoenicopterus roseus), la gaviota plateada (Larus argentatus), la avoceta común (Recurvirostra avosetta), la cigüeñuela negra (Himantopus himantopus) y el charrán enano (Sterna albifrons), en la Sierra de la Estrella el mirlo (Cinclus cinclus) entre otros.En Coímbra hay un barco turístico que te permite hacer un pequeño crucero por las aguas del río, entre el Parque Dr. Manuel Braga y Lapa dos Esteios.En la ría, junto a Figueira da Foz, se construyó un puerto deportivo para embarcaciones de recreo.Durante la ocupación romana, los barcos de mar todavía llegarían a Coímbra, pero el progresivo aterramiento redujo la navegación río arriba, requiriendo barcos más pequeños: las barcazas de montaña, un medio de transporte privilegiado en el contacto entre el interior y la costa, venían del océano Atlántico a Coímbra y los pequeños llegaron incluso hasta Penacova.Hubo varios puertos importantes para la carga y descarga de mercancías a lo largo del Mondego, aguas arriba de Coímbra, en el siglo XIX e incluso en parte del siglo XX: Coímbra, Foz do Caneiro, Rebordosa, Ronqueira, Carvoeira, Ponte de Penacova, Vila Nova, Raiva, Carvalhal, Oliveira do Mondego, Almaça y Gondolim (ahora Gondelim).Se estima que en los últimos seiscientos años el lecho habrá subido alrededor de un centímetro por año, es decir, un metro en cada siglo.En efecto, es con Bernardim Ribeiro que es posible identificar, en primer lugar, alusiones implícitas al Mondego, en su obra Menina e Moça.Pero es su amigo Sá de Miranda quien, a pesar de haber nacido y estudiado en Coímbra, escribe los siguientes versos en español: Entre el gran Duero y Tajo, el buen Mondego (ya Munda, que es decir, clara agua y pura) Se va por los sus campos paseando; Parece que, saliendo d’estrechura, El trabajo vencido, entra el sociego, Y quedo a su ciubdad muestra va dando Veiga,[14] Os mais belos rios de Portugal No es seguro que Luís de Camões haya estudiado en Coímbra, pero parece irrefutable que vivió en la ciudad en su juventud.Este pasaje quedó registrado en su obra, como atestigua el soneto: Doces e claras águas do Mondego, Doce repouso de minha lembrança Onde a comprida e pérfida esperança Longo tempo após si me trouxe cego.Mensageiro moroso De um recado cumprido, Di-lo sem pressa ao alarmado ouvido […] Miguel Torga