Asoló Álava, destruyó Burgos, y cometió numerosos atropellos, como la matanza de doscientos monjes en Cardeña.
Ese mismo año concedió el Fuero de Sepúlveda que estaba concebido para atraer repobladores a esa zona extremadamente peligrosa por su situación fronteriza con las tierras musulmanas.
Paralelamente, en el año 955 Fernán González derrotó a las tropas musulmanas en San Esteban de Gormaz.
Derrotado en el 960 por la intervención navarra, fue capturado por García Sánchez en Cirueña, pero recuperó la libertad tras hacer diversas concesiones territoriales.
Más tarde, Urraca sería repudiada por Ordoño III debido al apoyo que prestó Fernán González a Sancho el Craso.
En tal situación de desorden, Fernán González fue asegurando lentamente su posición como señor hereditario del condado de Castilla, llegando a gobernar un extenso territorio desde el mar Cantábrico hasta más al sur del río Duero.
El conde Fernán González aparece por última vez en la documentación medieval en agosto de 969 según consta en cinco diplomas que están calendados por rex Ranimiro in Legione et comite Fredinando en Castella.
Aunque «... ha pasado a la historia como el primer conde independiente o como el primer conde soberano de Castilla» no existe «ni un solo testimonio histórico que atestigüe esa presunta independencia y segregación de la monarquía leonesa» y la primera vez que se menciona tal independencia o soberanía fue en la Crónica najerense, redactada unos doscientos años después de la muerte del conde, que, al describir su genealogía, dice que «fue el primero que sacó a los castellanos del yugo de la dominación leonesa (...) según se dice», en clara alusión a los cantares juglarescos.
En realidad esta pieza de Limoges se data en el siglo XIII,[13] por lo cual no pudo pertenecerle.
En la primera estrofa en la que se refiere a González en estos términos: Fágote, el buen Conde, de tanto sabidor Que quiere la tu facienda guiar el Criador; Tan importante es este título que incluso la última estrofa del Poema hace referencia a Fernán González como el Buen Conde obviando su nombre: