El rey navarro García III era muy devoto de San Millán.
En 1809 los benedictinos son expulsados por primera vez cumpliendo el decreto de José Bonaparte.
Yuso permanece abandonado durante treinta y un años, desde noviembre de 1835.
Se accede al interior por una puerta barroca del siglo XVII que lleva columnas corintias y un relieve de San Millán a caballo.
Recibe este nombre por los cuatro lienzos de reyes bienhechores del monasterio.
Arcos apuntados, doblados, entre contrafuertes rematados por pináculos góticos con ganchos, poco esbeltos y de labra tosca.
La puerta que comunica con la iglesia, decorada al estilo manierista, es obra del italiano Andrés de Rodi.
Está fechada en 1554 y nos da una idea de la decoración que tenían pensada para el resto del claustro bajo, y que no llegó a ejecutarse.
La iglesia es de tres naves, con bóveda estrellada y un bonito cimborrio.
La sillería del coro bajo fue realizada por un tallista flamenco, Matero Frabricio, en torno a 1640, siguiendo las trazas y modelo diseñado por un monje de San Juan de Burgos.
Tiene un retablo del siglo XVII con pinturas también de fray Juan Ricci; el cuadro central representa a San Millán en la batalla de Hacinas (Burgos) contra los moros.
En esta zona hay también un púlpito plateresco, de finales del XVI.
El abad Fray José Fernández (1693-1697) la adorna con doce cobres que están sobre la cajonería de nogal.
La colección de cobres se completa hasta llegar a los veinticuatro.
El retablo, barroco, está presidido por una talla de Nuestra Sra.
Decorado con una portada dórica, asientos con pilastras jónicas estriadas y púlpito.
En este salón se realizan los actos oficiales y las conferencias relacionadas con el castellano.
Hostería San Millán, un hotel con 25 habitaciones que ofrece actividades relacionadas con la cultura del monasterio y el enoturismo Una lengua no nace en un lugar ni en un momento concreto, pero es en el monasterio de San Millán en el siglo XI cuando un monje tiene conscientemente el atrevimiento de poner por escrito palabras y frases con estructura gramatical de una lengua del pueblo, que algunos autores clasifican como castellano y otros como navarro-aragonés.
De la antigua arqueta hoy quedan en Yuso la antigua pieza en la que se puede ver la madera original y el forro interior de tela árabe del siglo XI.
Tiene el monasterio también una importante biblioteca de Cantorales del siglo XVII.
Merece una mención especial la biblioteca, un ámbito majestuoso en el que se ha podido recuperar una pequeña parte de sus fondos antiguos, diseminados tras la exclaustración por diversas bibliotecas y archivos.
Tiene la misma disposición que le diera el abad Don Anselmo Petite en 1780.
Su grandeza se debe más a la calidad y rareza de sus fondos, que al número, ya que sus artísticas estanterías no admiten más de diez mil volúmenes.
Ellos recuperan más del ochenta por ciento de la biblioteca original, algo realmente valioso teniendo en cuenta que las bibliotecas de otros monasterios se rehacen totalmente cuando vuelven los monjes.
Cuando muere encarga que «en una arquita trajeran su corazón al Real Monasterio de San Millán».
La inscripción en esta lista confirma el valor excepcional y universal de un sitio cultural o natural que debe ser protegido para el beneficio de la humanidad.
Ninguna otra lengua conocida, puede ser atribuida y asociada a un monumento y un entorno natural tan singularizado y concreto como San Millán, lo que le ha merecido ser incluido en el itinerario del Camino de la Lengua, compartiendo plaza con lugares tan señalados como Alcalá de Henares o Salamanca.
Desarrolla su actividad a través de tres institutos: «Los orígenes del español», «Historia de la lengua», y «Biblioteca hispánica», dirigidos por Claudio García Turza, José Antonio Pascual, y Pedro Cátedra.
Si bien la Asociación tiene un carácter civil, sus miembros quedan vinculados espiritualmente al monasterio de San Millán, como bienhechores.
Se han destacado a lo largo de estos años por ser los primeros en trabajar y promover todo lo relacionado con San Millán, y especialmente con el Monasterio de Yuso.