Plácido de Subiaco
Según cuenta san Gregorio Magno en sus Diálogos, cuando san Benito se encontraba en el monasterio de Subiaco[1] envió al joven Plácido a por agua a una laguna cercana.Entonces san Benito, por inspiración divina, supo que Plácido se encontraba en gran peligro.Plácido dijo "cuando me sacaste del agua, vi el manto de nuestro padre sobre mi cabeza y pensé que era él quien tiraba de mí".[3] Cuando el patricio Tértulo fue a visitar a san Benito al Monasterio de Monte Casino le donó unos terrenos en Mesina, Sicilia, para que fundase un convento.Paró en Capua, donde el obispo Germano, íntimo amigo de san Benito, le recibió con una gran hospitalidad.