Sampiro (Iglesia del Campo o Zamora,[1] c. 956-Astorga, 1041) fue un clérigo, político e intelectual del reino de León, y uno de los primeros cronistas de nombre conocido.
No está aclarado si bajo el nombre de Sampiro pueden hallarse otras personalidades coetáneas.
Ante el peligro de los ataques musulmanes huyó a Zamora y posteriormente se estableció en la corte de León.
Su Crónica de Sampiro, que continúa las de Alfonso III de Asturias, recopila los hechos que consideró más relevantes entre el año 866 y el 982, en que se interrumpe.
Notario del rey Bermudo II (984–999), describe a este en términos elogiosos: Cuando el obispo Pelayo, que le guardaba bastante rencor, reanudó la recopilación cronística, sustituyó esos elogios de Sampiro por descripciones más crueles (por ejemplo, el mote de «Gotoso» con el que ha pasado a la historia).