Trinquete de Pelayo

Para entrar en el trinquete se debe pasar por el bar-restaurante Trinquete, en la misma calle Pelayo, y atravesar un pequeño patio con toldo y un pozo (seco, hoy en día).

Por el hecho de ser tan ancho los jugadores necesitan habituarse y colocarse correctamente.

Está completamente cerrado, cubierto, con iluminación y marcador electrónico en la pared detrás de la galería del resto.

La llotgeta es muy ancha y un poquito elevada, pero sin muro de protección para los espectadores, además la llotgeta de las autoridades superior la cubre totalmente, de manera que para enviar la pelota no hay suficiente con una bolea larga, sino que hay que hacerla baja y bien dirigida.

Tampoco estaba completamente acotado, ya que, a pesar de que las galerías estaban cubiertas por unas mallas metálicas, las pelotas podían salir por arriba (o por los agujeros): Si se iba por la parte del dau se hacía broma diciendo "Esa ha ido al Instituto" (refiriéndose al Instituto Luis Vives), y si salía por el resto decían "Esa ha ido a la calle de la Ermita".

Trinquete de Pelayo vacío.
Plantilla de jugadores de Pelayo, 1925.
Las dos llotgetes.
Vista superior.