[4] Este inusual fenómeno que se produce entre las especies de ánades se debe a que el azulón y los demás patos del género Anas han evolucionado muy rápido y recientemente, a finales del Pleistoceno.
[5] Además los azulones son conespecíficos de los patos domésticos (Anas platyrhynchos domesticus) y completamente fértiles en su cruzamiento.
Además aparece repentinamente entre los restos fósiles de Europa sin que haya un candidato claro para ser su ancestro en la zona.
[9] El tamaño de los ánades reales varía clinalmente, por lo que los individuos de Groenlandia son más grandes, robustos y con el pico más corto que las poblaciones del sur.
[14] La hembra tiene un plumaje de colores más apagados, predominantemente veteado en tonos pardos, de marcado contraste entre tonos claros y oscuros debido a que cada pluma puede ser en parte desde el pardo oscuro al crema claro.
Su cabeza es principalmente de tonos crema con una lista ocular y píleo oscuros.
[14] Ambos sexos tienen un característico espejuelo en sus plumas secundarias de color azul iridiscente (o morado según el ángulo en que se vea) con un borde interior negro y otro exterior blanco.
Son una especie ruidosa, los machos emiten un graznido nasal agudo a modo de bocinazo, mientras que las hembras producen el cuac más grave que en general se atribuye a los patos.
[18] Los azulones habitan en una gran variedad de hábitats y climas, desde la tundra ártica a las regiones subtropicales.
Generalmente se alimentan en la superficie del agua, llegando a sumergir medio cuerpo, o pastan cerca de las orillas.
Los ánades reales son omnívoros y muy flexibles respecto a sus elecciones alimenticias.
[22][23] Los ánades reales generalmente forman parejas (en octubre y noviembre en su área autóctona) solo hasta que las hembras ponen los huevos al principio de la primavera.
Las hembras no sufrirán este proceso hasta haber terminado de criar a su nidada.
En el periodo previo a la muda los machos todavía están sexualmente activos y algunos permanecen a la espera para engendrar puestas de reposición, con aquellas hembras que han perdido o abandonado la anterior) o para aparearse por la fuerza con cualquier hembra de pato que aparezca aislada, sin importar su especie o si está criando una prole de patitos.
La puesta consta de entre ocho y trece huevos, que son incubados durante veintisiete o veintiocho días hasta su eclosión.
La hembra cuida a sus crías en solitario, que tardan entre cincuenta y sesenta días en desarrollarse.
Con frecuencia cuando se forman las parejas uno o varios machos quedan de lado.
Son muy adaptables y son capaces de vivir, e incluso prosperar, en medios humanizados y urbanos, que antes podían haber sustentado a otras especies de patos más sensibles.
[10][27] Allí, y en otros lugares, los ánades reales se están extendiendo con ayuda de la creciente expansión urbana e hibridan con sus parientes cercanos locales.
[40] En Florida se ha prohibido la posesión y cría de ánades reales para evitar así la hibridación con los patos jaspeados nativos.