La necrofilia homosexual en el ánade real hace referencia a un comportamiento documentado por primera vez en 1995 en los Países Bajos.
El caso más conocido es el que presenció Kees Moeliker del Museo de Historia Natural de Róterdam al observar actividades sexuales fuera de su oficina entre un ánade real vivo y otro muerto.
«Cuando uno de ellos murió, el otro se fue a por él y no recibió ninguna respuesta negativa (bueno, no recibió ninguna respuesta)».
Se informó científicamente del mismo en Deinsea 8-2001, junto a unas fotos,[2] y por él Moeliker obtuvo el Premio Ig Nobel de Biología en 2003, otorgado a la investigación divertida.
[3] Adicionalmente, se ha observado un comportamiento parecido en otras especies.