En ecología de poblaciones, la competencia interespecífica es la interacción que se produce cuando individuos de distintas especies se disputan los mismos recursos (por ejemplo el alimento o el espacio vital).
La competencia se produce tanto entre las especies de animales como entre las plantas y microorganismos.
Si una especie de árbol en un bosque denso crece más alto que las demás especies que le rodean puede absorber más luz solar y hacer sombra a los demás, produciéndose así competencia luz.
La competencia interespecífica se produce cuando los individuos de dos especies diferentes comparten un recurso limitado.
La competencia interespecífica puede cambiar las poblaciones, comunidades y la evolución de las especies que interactúan.
Se ha observado competencia directa entre individuos, poblaciones y especies, pero hay pocas pruebas de que la competencia sea la fuerza impulsora de la evolución a niveles más altos, en grupos más grandes como las clases.
Muchos estudios han mostrado el gran impacto que produce la competencia interespecífica tanto en los individuos como en las poblaciones.
Por ello este competidor superior se impondrá sobre el otro por su uso más eficiente del recurso limitante.
En un estudio en laboratorio la coexistencia entre dos especies de bacterias en competencia está mediatizada por bacteriófagos parásitos.
Con el tiempo este fenómeno produce la separación de las especies al convertirlas en más especialistas.
Como se mencionó anteriormente la competencia interespecífica tienen efectos importantes en la composición de las comunidades y su estructura.
Además la competencia interespecífica puede ser la fuente de efectos en cascada que se retroalimenten unos a otros.
Estos resultados se pueden representar gráficamente para mostrar la tendencia y así predecir el posible futuro de la especie.
La compleja naturaleza de la ecología determina que estas suposiciones son raramente se producen en el terreno, pero este modelo proporciona una base para empezar a entender los conceptos.