Bacteriófago

Los bacteriófagos (también llamados fagos, del griego φαγητόν faguētón, ‘alimento’, ‘ingestión’) son virus que infectan exclusivamente a las bacterias.

En contraste los bacteriófagos sin cola son similares a los virus eucariotas porque dependen ingresar dentro la célula huésped para su replicación.

[2]​ Los bacteriófagos sin cola icosaedros o esféricos se clasifican en diversos taxones virales.

[5]​ Según investigaciones filogenéticas la mayoría de los bacteriófagos se originaron antes que el último antepasado común universal y por tanto infectaron al último antepasado común universal y a los protobiontes, (estructuras lipidícas compuestas por material genético que precedieron a las células).

En el ciclo lítico, las células hospedadoras del fago son lisadas (destruidas) tras la replicación y encapsulación de las partículas virales, de forma que los nuevos virus quedan libres para llevar a cabo una nueva infección.

Por el contrario, en el ciclo lisogénico no se produce la lisis inmediata de la célula.

En cualquier caso, el genoma del fago se transmitirá a toda la progenie de la bacteria originalmente infectada.

En este instante, los fagos endógenos o profagos se activan y dan lugar al ciclo lítico que termina con la lisis celular.

En ocasiones, los profagos otorgan beneficios a la bacteria huésped mientras permanecen en estado letárgico al incorporarle nuevas funciones a su genoma; éste fenómeno se conoce las condiciones de vida de la bacteria.

Los fagos se acoplan a receptores específicos en la superficie de la bacteria, que pueden ser lipopolisacáridos, ácidos teicoicos, proteínas o incluso flagelos.

Puesto que los fagos no son móviles, dependen de encuentros al azar con los receptores adecuados en solución para poder infectar una bacteria.

El material genético puede ser ahora introducido a través de la membrana o bien simplemente depositado sobre la superficie.

Después, el ADN es empaquetado en el interior de la cápside mediante un mecanismo no muy bien conocido aún.

La cola es de simetría helicoidal formada por un tubo central rígido y una vaina contráctil.

Sin embargo, algunos fagos pueden quedarse en la célula como parásitos, de forma que la bacteria va secretando constantemente nuevas partículas virales.

Por otra parte, el Instituto Hirszfeld apoya el desarrollo de un enfoque más individualizado en fagos preparaciones terapéuticas.

[17]​ Por esa razón, el bacteriófago seleccionado debe absorber de manera eficiente y ser lítico para el huésped bacteriano objetivo.

Bacteriófagos icosaedros infectando dos bacterias.
Grupo de bacteriófagos de cola infectando una bacteria.