Presentan una mancha blanca alrededor de la base del pico y a menudo la zona auricular es también más clara.
Los inmaduros se parecen a las hembras adultas, pero con tonos más discretos y con casi nada de blanco alrededor del pico.
[4][5][6][7] El porrón bola fue descrito científicamente por el naturalista inglés Thomas Campbell Eyton en 1838, con el nombre de Fuligula affinis.
[10] Su nombre específico, affinis, en latín significa «afín», y hace referencia a su gran similitud con el porrón bastardo, descrito con anterioridad.
Estos patos migran al sur (principalmente por la ruta central y la ruta del Misisipí) una vez que se han desarrollado sus crías, y regresan a sus cuarteles de cría a principios de la primavera, generalmente en mayo.
Los porrones bola generalmente se encuentran en hábitats de aguas dulces o ligeramente salobres a diferencia del porrón bastardo que raramente se ve en la costa si hay hábitats de agua dulce sin congelar disponibles.
Pueden pasar el invierno incluso en los lagos de los parques si no son molestados, y pueden ocupar las islas pequeñas del Caribe como Gran Caimán.
También se han registrado porrones bola divagantes en Hawái, Japón, en las islas Marianas, Ecuador, Surinam, Trinidad y Groenlandia (en verano).
Se ha registrado que tanto el porrón bola como el porrón bastardo aprovechan durante sus migraciones la presencia del mejillón cebra (Dreissena polymorpha) en el lago Erie, que fue introducido accidentalmente en la década de 1980 y se ha multiplicado enormemente.
Anidan en el suelo en un lugar resguardado cerca del agua, generalmente entre la vegetación densa como juncos y espadañas, a veces en pequeños grupos diseminados, con frecuencia cerca de las colonias de gaviotas y charránes.
Las crías tardan 45–50 días tras la eclosión en desarrollarse y poco después emprenden la migración hacia los cuarteles de invierno.