Algunos expertos indican que el origen procede las monjas trinitarias, quienes elaboraban este plato tradicionalmente en el día de San Antón, cuya festividad se celebra en el popular barrio de dicha denominación que se encuentra en Orihuela, debido a que es un plato contundente para los días fríos.
En este libro la condesa de Pardo Bazán intenta corregir los errores del antiguo y lo consigue en algunas de las recetas, aumentando las mismas y añadiendo aquellas que utilizaban también las familias más plebeyas.
Se comienza preparando, en un perol de barro, un sofrito con la carne, para posteriormente añadir agua y cocer unos veinte minutos, añadir el arroz y cocer hasta que se vea la superficie del arroz seca.
Hay quienes, al huevo le suelen añadir perejil dándole un aspecto más colorido.
Cuando se nombra un nuevo obispo para Orihuela, y siguiendo un secular y riguroso protocolo, en donde se hace su entrada a lomos de una mula blanca por la puerta de la Olma, situada en el entorno del Colegio Santo Domingo (Orihuela), se mantiene la tradición de que éste pueda saborear previamente un Arroz y Costra en la vecina población de Cox.