Se trata de un municipio hispanófono, en el que el español cuenta con el predominio lingüístico reconocido legalmente.
Desde la antigüedad, han pasado por Redován diferentes civilizaciones mediterráneas: íberos, fenicios, griegos, romanos y árabes, tal como manifiestan los yacimientos arqueológicos encontrados en su término.
La obra representa un “grifo” o animal fantástico, con ojos saltones, fauces abiertas en forma de pico, grandes cejas unidas, simulando una palmeta protohelénica, chipriota o fenicia, y en la cerviz, cresta denticulada, flanqueada por sendos cuernos caprinos.
Esta pieza, junto con una cabeza humana retornó a España en 1941, pasando al madrileño Museo Arqueológico Nacional.
El infante Alfonso, que más tarde se convertiría en el futuro rey Alfonso X el Sabio conquistó estas tierras a favor de la Corona de Castilla a mediados del siglo XIII con pobladores castellanos.
Siendo conocido como un peligroso lugar en donde se escondían temerosos bandoleros a las órdenes del dicho Ridwan.
Más tarde se fueron construyendo diversas casas que conformaron una pequeña alquería de labradores.
Ello supuso un incremento importante de población, y configuraría el entramado del caso urbano más antiguo que hoy se conoce.
Ya que hasta el momento eran tan solo un conjunto de villas campestre dispersas.
Entre 1648 y 1678, se produjeron, algunas otras epidemias que agravaron más la situación demográfica, retomándose de nuevo su recuperación a principios del siglo XVIII.
En el siglo XIX, Redován contaba con 160 casas, incluido el Palacio del Ilustre colegio de Predicadores (actual sede del Ayuntamiento) y su industria contaba con cinco molinos de aceite y algunos telares.
Con lo cual se crea el primer Ayuntamiento constitucional, con sede en la Casa del Reloj y se reparte la propiedad de todas las tierras del señorío en pequeñas parcelas entre los labradores que habitaban el pueblo.
Pero en 1834 se produjo una virulenta epidemia de Cólera-Morbo Asiático en la que fallecería numerosa población ya que en 1846 habría descendido notablemente la población, llegando a ser unos 504 habitantes, según el censo de la época.
A finales del siglo XIX, Redován mantuvo una fuerte negativa al paso de la vía ferroviaria por su término municipal debido a que no se le aseguró una parada de Estación.
En el último siglo ha aumentado considerablemente su población llegando a rondar los 8.000 habitantes debido al bum demográfico y la procedencia de nuevas familias originarias de pueblos vecinos que han elegido Redován para vivir debido a sus condiciones socioeconómicas.
Así mismo cabe señalar la gran evolución urbanística que ha expandido el núcleo poblacional.
Desde la Edad Media, se desarrolló un importante sector agrícola basado en productos de la huerta y el campo.
Además tuvo cierta relevancia la producción de seda, la cual reportó pingües beneficios a sus habitantes.
Si bien debido a la denominada crisis de la "burbuja inmobiliaria", esta actividad ha caído en picado.
El primer alcalde democrático fue D. Antonio Cutillas Albertus, el cual falleció antes de culminar la legislatura.
En 1983 accede a la alcaldía D. Antonio Marcos Hernández del PSOE, quien gobernaría en coalición con el Partido Comunista.
Desde 1987 hasta 2007, fueron 20 años de mayorías absolutas del Partido Popular siendo alcalde D. Ricardo Ruiz Poveda.
Por lo cual PSOE e Izquierda Unida (España) aprovecharon para realizar un pacto de gobierno proclamando alcaldesa a la socialista Dña.
En la sierra de Redován se encuentran numerosas cuevas que han sido habitadas por diferentes civilizaciones y culturas antiguas y de las que se cuentan numerosas leyendas en el municipio.
Durante la Semana Santa se realizan numerosas procesiones por parte de las distintas cofradías.
Sin embargo, durante la Alta Edad Media, en Redován también se hablaba el valenciano, como lo atestiguarían algunos vestigios lingüísticos actuales y la archivística documental de la época, hasta bien entrado el siglo XVIII.
Así pues, el valenciano fue tomando cada vez más interferencias del español hasta el punto de que acabó por desaparecer.
Si bien hoy en día todavía quedan vestigios lingüísticos del Valenciano que se usan en Redován.
Provocando la paulatina conversión al castellano con algunos caracteres muy singulares, tales como el particular seseo que se da en las comarcas de la Vega Baja, el Mar Menor y el Campo de Cartagena, tampoco se pronuncian las /s/ y /r/ al final de palabra como herencia del valenciano y el panocho murciano.
En la actualidad tiene lugar, como en el resto de España, una homogeneización lingüística que se acerca a valores más estándares.