Tendidos eléctricos, furtivismo y molestias en las zonas de cría son sus mayores peligros.
Mientras las poblaciones asiáticas son desconocidas, las mediterráneas tienen sus mayores efectivos en la península ibérica y el Magreb.
Las únicas poblaciones aparentemente estables se sitúan en algunas zonas de Andalucía, Comunidad Valenciana y Extremadura.
Esta misión facilitó el descubrimiento de una población del endemismo Gadoria falukei.
En esa fecha se estimaban en unas 70 las parejas reproductoras presentes en la provincia de Almería.