A sus pies se encuentra la comarca del Poniente Almeriense, tradicionalmente llamada Campo de Dalías.
Del mismo modo, en esta zona se encuentran los vestigios más meridionales en España en lo que a restos de manifestaciones glaciares se refiere (en navas y pequeñas lagunas como la del Sabinar).
Todas ellas son lomas desgastadas, de escaso relieve y que forman mesetas no demasiado individualizadas cuyos puntos culminantes forman mesetas con escasa sensación de cumbre.
Junto a los pinares (carrasco, laricio y silvestre ) de repoblación y algunos restos del encinar, la mayor parte de la sierra está poblada por matorrales con gran cantidad de endemismos : Astragalus tremolsianus , Centaurea gadorense, Coronopus navasii, Lavatera oblonguifolia, Seseli intricatum y Thymus serphylloides ssp.
[4] Existen en esta sierra numerosos restos de antiguas minas de extracción de materiales, principalmente plomo y plata, que fueron abandonadas en la segunda mitad del siglo XX, pero que en su día tuvieron una manifiesta importancia, llegando a albergar incluso viviendas y refugios destinadas a mineros que allí desempeñaban su labor, y siendo el detonante del gran número de pobladores que se establecieron en la zona, especialmente en Berja, a principios del siglo XIX.