Es conocido desde hace generaciones como "Pueblo" o "Villa de la naranja" debido a sus enormes extensiones de naranjos que comprenden ambos márgenes del río Andarax, a su paso por el pueblo, y que abarca la mayor parte de la villa, existiendo así más naranjos que habitantes.
De origen árabe, aunque su nombre se remonta a la cultura fenicio-ibérica.
Podemos destacar en su paisaje y su actividad agrícola sus valles llenos de naranjos.
Se han encontrado restos de la época romana y bizantina constatando así su poblamiento en este periodo histórico.
Durante el periodo de al-Ándalus tuvo mezquita y Aljama.
Con la sublevación morisca y su expulsión posterior, Gádor quedará prácticamente despoblado.
Esta actividad minera se ha sustituido en la actualidad con la obtención de cementos en el paraje del Jalvo.
Es así como y durante el siglo XIX, Gádor rompe con la economía agraria tradicional que producía diversos productos de huerta como el aceite o la seda, sustituyéndola por monocultivos como la parra y después la naranja.
Camino del río se encuentran dichas extensiones de cultivos.
Se estableció en esta Villa un sistema de regadío muy similar al que tenemos hoy día y que abastecía con su aprovechamiento a la agricultura y la molienda, allá por el siglo XVI.
[33][34] Por otra parte Gádor ha ido celebrando mercadillos gastronómicos dominicales.