Tiene un indumento compuesto por pelos glandulíferos, presenta hojas opuestas, anchamente ovadas, cordadas por su base, pecioladas, de nerviación reticulada, de haz brillante y envés grisáceo, con el borde ligeramente crenado.
Juan Mota y Jaime Güemes, científicos de las universidades de Almería y Valencia, fueron quienes descubrieron que esta planta no se correspondía con ninguna especie anteriormente conocida.
[3] Se ha identificado a la población caprina de la zona como la principal amenaza para esta especie, que la tiene como alimento.
Los ejemplares localizados han sido vallados para prevenir esto y colaborar en la supervivencia de la especie.
[2] Otra amenaza no menos importante es la peculiaridad y especialización de su hábitat.