Especie

Se denomina especie (del latín species) a la unidad básica de clasificación biológica.

En muchos casos los individuos que se separan de la población original y se aíslan del resto pueden alcanzar una diferenciación suficiente como para convertirse en una nueva especie, por lo tanto, el aislamiento reproductivo respecto de otras poblaciones es crucial.

Algunos conceptos usuales son antiquísimos, muy anteriores al establecimiento científico de esta categoría taxonómica.

Por el contrario, existen otros de límites muy vagos, en los cuales los sistemáticos están en completo desacuerdo.

Una entidad así determinada no es realmente una especie, sino lo que usualmente se llama una línea pura o un clon.

Respecto a esto, debemos decir que la idea de evolución ya se encontraba en la antigüedad clásica.

Durante la Edad Media, en una época de indeterminación fomentada por la inestabilidad política, se confundieron frecuentemente los términos "especie" y "género".

Esto podría justificarse con base en el texto de la Vulgata: Se dejó abierta la posibilidad de que hubiera especies y géneros no creados por Dios o no descubiertos por el hombre europeo.

John Ray definió a la especie como un grupo de individuos semejantes, con antepasados comunes.

[8]​ De acuerdo con Häuser (1987), los atributos generales del concepto especie deben ser universalidad, aplicabilidad práctica y criterio decisivo.

En el nombre científico asignado a las especies, el nombre específico nunca debe ir aislado del genérico ya que carece de identidad propia y puede coincidir en especies diferentes.

Si se ha citado previamente el nombre completo y no cabe ninguna duda de a qué género se refiere, el nombre del género puede abreviarse a su inicial (M. religiosa).

Para una especie concreta cuyo epíteto específico es desconocido o carece de importancia se utiliza "sp.".

El número real de especies es muy impreciso y varía notablemente según las fuentes.