El adjetivo naturalista califica a una persona, un grupo (asociación, sociedad científica) o una actividad (senderismo, exploración, dibujo).
También se llamó naturalista, en el siglo XVIII y principios del siguiente, a la persona que recogía especímenes, ya fuera como parte de una expedición científica o por su propia cuenta, como fue el caso, por ejemplo, de Charles Darwin.
También se aplicaba, por extensión, a las personas que comerciaban con especímenes naturales.
[5] También fue usado en el siglo XX, y aún hoy sirve para designar, en general, a un aficionado o especialista en ciencias naturales.
Varios naturalistas se involucran en proyectos de conservación o gestión de espacios naturales y especies, y toman partido en las controversias como «ciudadanos informados», agrega el relator del informe, Bernard Reygrobellet.